Después de sorprendernos con los cuatro títulos de la Saga Casasola y con los cuentos que conforman la Trilogía del Terror, Bernardo Esquinca nos entrega una novela que expande los límites y paisajes de su escritura. En un ejercicio audaz que es a la vez homenaje y acercamiento, Edgar Allan Poe, el padre del relato policiaco y del cuento de terror norteamericanos, se muestra en estas páginas como un ser humano, todavía lejos de la grandeza que lo consagraría y del abismo que lo consumiría; un joven que mira con curiosidad el mundo y sus secretos, y que está siempre dispuesto a encarnar en su vida la literatura emocionante y oscura que estaba destinado a crear.
Extraviado en el mundo y en sus deseos literarios, intentando por enésima vez enderezar su suerte -esta vez en Nueva York-, el joven Edgar se ve impelido a resolver la desaparición de Cordelia, hija del dueño de una cámara de maravillas con humanos mutantes, objetos misteriosos y animales amaestrados. Así, su habilidad para construir las más asombrosas tramas será puesta a prueba frente a un misterio digno de su pluma. Sin duda, esta novela es un retrato entrañable y emocionante de una de las figuras tutelares de la propia escritura de Bernardo Esquinca.