"Timeo" es uno de los diálogos filosóficos más destacados escritos por Platón. En esta obra, aborda cuestiones cosmogónicas y teológicas al intentar explicar el origen y la estructura del universo. El diálogo comienza con una discusión sobre la naturaleza de la realidad y la necesidad de encontrar una explicación racional para la existencia ordenada y armoniosa del cosmos. A través de la figura de Timeo de Locres, se presenta una cosmología que postula la existencia de un demiurgo, un artesano divino, que utiliza formas eternas o "ideas" para dar forma y orden al caos primordial. Este demiurgo actúa imitando el modelo de las ideas perfectas y eternas, creando así el universo físico como una copia imperfecta pero ordenada de esas formas ideales. "El Timeo" también aborda conceptos como la materia, el espacio, el tiempo y la naturaleza del alma humana. Se considera el más completo estudio de cosmología, física, medicina y fisiología que conoció la Grecia clásica. Este diálogo es, junto con la República, el más citado por Aristóteles, y constituye la fuente de doctrina platónica más consultada durante la Antigüedad y la Edad Media.