Algo le pasaba a Peter. Eilene Zimmerman se dio cuenta de que su ex marido estaba delgado, parecía distraído y faltaba con frecuencia a las actividades de sus hijos. Supuso que su extraño comportamiento se debía al estrés y al exceso de trabajo: era socio de un importante bufete de
abogados y llevaba veinte años trabajando más de sesenta horas a la semana. Aunque estaban divorciados, Eilene y Peter habían sido socios y amigos durante décadas, así que cuando ella y sus hijos no pudieron ponerse en contacto con él durante varios días, Eilene fue a su casa para ver si estaba bien.
Así comienza Bofetón, unas memorias brillantes y conmovedoras sobre el sorprendente descubrimiento que hace Eilene un día por casualidad. Peter llevaba una vida secreta, una vida que empezaba con pastillas y terminaba con opiáceos, cocaína y metanfetamina. También era adicto al trabajo y la última llamada que hizo fue para conectarse a una conferencia telefónica. Eilene empieza a investigar y, a través de exhaustivas entrevistas, presenta un panorama de la drogodependencia en un mundo acomodado lleno de lujos y excesos.