En este país se arrasa con tal saña la historia viva, que hoy el mandato de "sol y playa" y el frenesí de impúdicos barons posmodernos "desplazándonos" de nuestras costas parecen novedades. Pero la desposesión, expropiación y saqueo son mucho más antiguos que la piscina en Rincón y la erosión en Ocean Park. De Humacao a Arecibo, de Culebra a Ceiba y de Vieques a Aguadilla, el imperio yanqui y su aparato militar ha aplastado nuestro paisaje a la par que nuestra población.
En esta alucinante novela sobre Borinquen Field, nombre original de la Base Ramey en Aguadilla, Marta Aponte Alsina renueva su compromiso con una literatura nacional indómita y, a la vez, minuciosamente cuidada e investigada, casi hasta el delirio. Confrontada con tanta desmemoria por diseño, y con su habitual maestría imaginativa, la autora hilvana los vestigios de un inventado linaje visionario. Borinquen Field nos devuelve un país rebosante de espíritus que todo atestiguan y nada olvidan: "Su respuesta fue burlar el cuerpo de un ejército en guerra, ocupante de mar, tierra y aire, pero incapaz de captar las voces que él recibía. [...] Las voces de criaturas sobrehumanas, de almas en pena liberadas de fronteras, transformaban el barrio de las sabandijas expulsadas en una excéntrica nación poderosa."