Nadie habla de las familias de los adictos. En los medios de comunicación, nos cansamos de escuchar testimonios de personas famosas que hablan de su experiencia con las drogas.
Son historias tremendas de mucho sufrimiento y, en el mejor de los casos, de superación.
Pero, ¿dónde están todas esas familias que viven el mismo horror mientras acompañan al adicto?
Esta es la historia de una madre valiente que lucha por entender qué le pasa a su hijo y, que en el camino, se enfrenta a su propia dificultad para aceptar que este consume drogas.
Es la misma historia que viven día a día cientos de miles de familias en este país. Familias que hoy sufren la adicción de un hijo, que están perdidas porque no existen recursos en los que apoyarse, que sienten miedo de verbalizar lo que sospechan, de compartirlo con el resto de su familia o sus amigos, familias que están dispuestas a cualquier cosa con tal de que su hijo deje de consumir.
Incluso cuando él se resiste una y otra vez.