En esta novela, paradigma del género de la ciencia ficción, H. G. Wells señaló algunas de las más serias preocupaciones científicas -insólitas si consideramos que se publicó por primera vez en 1895- como los problemas del espacio-tiempo y de la cuarta dimensión. Asimismo evidenció su profundo interés por la responsabilidad que tiene el hombre ante la sociedad y las consecuencias de sus actos para las generaciones posteriores. Sentados en el curioso artefacto tripulado por el viajero del tiempo, protagonista de esta fantástica aventura, llegaremos al más remoto de los futuros imaginados por escritor alguno. En el año 802.701 podremos descubrir lo que queda de la especie humana y del mundo, el último peldaño de la escalera de lo que con tanto orgullo llamamos civilización.