¿Es posible huir de uno mismo? Los personajes de estos relatos descubren
que se trata de una huida imposible, un viaje sin camino. Sin
embargo, lejos de caer en la desesperación y revestidos de una discreta
valentía, deciden afrontar lo que son y no rehuir las difíciles circunstancias
que les ha tocado vivir. Un padre que sueña con coches
rojos, un hermano que vive en un barco en lo alto de una montaña,
una hija que regresa a la casa en la que creció, una madre que reclama
el derecho a volver a reír, un matrimonio sin casa por culpa del banco,
dos parejas atrapadas alrededor de una piscina, un músico al que no
dejaron ser músico, la amistad más generosa y cómplice que tan solo
puede surgir entre dos mujeres al límite. La acción de estas historias se
expande como una detonación a cámara lenta en unos paisajes muy
concretos: el sur de Cataluña, el interior de Galicia o las callejuelas de
Lavapiés. Los relatos de Xavi Ballester están trabajados a partir de una
prosa económica que reivindica la contención y la lentitud. Un trazo
sereno que nos recuerda que la pausa y el silencio son un territorio
propicio para la empatía y el diálogo.