«Bibiana Camacho crea con sus lectores un vínculo maldito, siniestro, desestabilizador, irreverente, porque no teme mostrarnos que la bajeza humana está en cada uno de nosotros, y en todas partes, acechando o destrozando nuestras conciencias.» -Cecilia Eudave
Casandra heredó el departamento de su infancia, luego de la inesperada muerte de su madre. No vio el cadáver, pero lo soñó por días. Casi los mismos que le tomó ordenar las pertenencias y limpiar el espacio, deshacerse de aquellas fotos familiares que mamá había recortado para amputar su propio rostro.
Bajo la promesa de estar sólo por un tiempo, Casandra y su novio, Fernando, se instalan en aquel departamento aún habitado por rencores y secretos. Ambos deben lidia; además, con las manías y exigencias de las vecinas ancianas del antiguo edificio; sobre todo,Casandra, a quien critican y dan órdenes disfrazadas de recomendaciones tal como lo hacían con mamá. Cada vez más alejada de Fernando, enajenada por el encierro y atada a los fantasmas del pasado, Casandra siente que su mundo se estrecha en un cerco de fronteras nebulosas.
¿Estará convirtiéndose en ella, en mamá?
Dueña de un gran talento narrativo, Bibiana Camacho despliega aquí los claroscuros de una relación entre madre e hija, logrando desvanecerlos bordes que las limitan sin que se fundan por completo. Sangre nueva revela el desequilibrio de esa intimidad que aturde y duele.
ENGLISH DESCRIPTION
“Bibiana Camacho forges a malevolent, sinister, unsettling and irreverent bond with her readers, daring to show the baseness in us and all around us and its power to threaten or destroy our consciences.” -Cecilia Eudave
Following her mother’s sudden death, Casandra inherits the apartment where she spent her childhood. Although she doesn’t see her mother’s body, she has nightmares about it for days, almost as long as it takes her to clean the apartment, go through its contents, and throw out the family photos from which her mother cut out her own face.
To have some time alone, Casandra and her boyfriend, Fernando, move into the apartment, despite the secrets and resentments that lurk there. As they soon discover, they must also contend with the peculiarities and demands of their elderly neighbors in the building. Cassandra especially, like her mother before her, is on the receiving end of their orders and critiques, thinly disguised as recommendations. Alienated by her isolation and haunted by the ghosts of the past, Casandra feels her world shrink as she and Fernando grow apart.
Is her life taking the same course as her mother’s?
Making full use of her narrative talents, Bibiana Camacho lays bare the chiaroscuros of the mother-daughter relationship, dissolving its borders without dismantling them completely. New Blood reveals the imbalances inherent in this intimacy, and the pain and confusion they produce.