El papel del conocimiento científico en la conformación de la realidad, su relación con el poder y el régimen republicano, la importancia del arte en la construcción de la nación, el uso del viaje y la ortografía para la conformación de identidades, son sólo algunos de los temas que se abordan en esta obra colectiva. Ella muestra, interpreta y contextualiza el trabajo, las ideas y las obras de personalidades que como Cornelius de Pauw y Georg Forster a nivel mundial, Rodrigues Ferreira en Brasil, José Caldas y Tadeo Lozano en Nueva Granada, Alcide d'Orbigny en Bolivia, Claudio Gay en Chile o Antonio Raimondi en Perú, explican la trascendencia que el Estado, el poder y las elites atribuyeron al conocimiento científico, al arte y al trabajo intelectual. Uno de los planteamientos esenciales que se pueden deducir de su lectura es que la ciencia y el trabajo de los naturalistas que se ocuparon de América, pueden ser apreciados como un vínculo que hizo posible un estrecho contacto, material e intelectual, entre las diferentes regiones y sociedades que, de este modo, terminaron conformando el mundo. Fue la obra de científicos como los nombrados lo que permitió la acumulación de un conocimiento que, a escala global, fue sistematizado en el trabajo cumbre de Alexander von Humboldt: Cosmos. Este título muestra elocuentemente no sólo la capacidad de anticipación de su autor o la vigencia de su contenido, sino también la contribución de la ciencia al mundo moderno.