En América Latina, las demandas por más democracia, nacidas en un entorno de crisis de representación de masas, dieron como resultado un incremento del interés, tanto a nivel social como político y académico, por la incorporación de mecanismos de democracia directa y deliberativa. Estos instrumentos de participación fueron concebidos como herramientas a incorporar (no reemplazar) a las democracias representativas para permitir a los ciudadanos participar de la elaboración y adopción de políticas a partir de la combinación de elementos de democracia directa e indirecta. Gran parte de las constituciones en el continente incorporaron mecanismos de democracia directa y deliberativa durante los años noventa. Este libro analiza algunos de estos mecanismos, el marco legal, aplicación, y vinculación con la realidad chilena