"e;Patricia Almarcegui es una de las voces mas sensibles y hermosas en nuestro pais. Sus libros, imbuidos de una arrebatadora melancolia, poseen una altisima calidad literaria."e;Jacinto Antn, El PasCuntas veces nos habremos preguntado qu habra sido de nuestra vida si hubisemos tomado ciertas decisiones de modo distinto a lo que finalmente hicimos? "e;Y si, en vez de continuar estudiando en Zaragoza -se pregunt Patricia Almarcegui al concebir esta novela- me hubiera marchado de adolescente a Rusia y me hubiera convertido en la primera espaola que entra en el Teatro Mariinski de San Petersburgo, el ballet ms importante del mundo?"e; La memoria del cuerpo responde a esta pregunta, en un ejercicio que tensa la literatura para comprobar si se puede crear una determinada experiencia: la de una vida que no se lleg a vivir, pero que tuvo la consistencia real de un deseo. Estas pginas permiten vivir a su autora aquella experiencia: una vida como primera bailarina. Desde su retiro en San Petersburgo, a los cincuenta aos, la bailarina protagonista de La memoria del cuerpo rememora su vida a travs del amor, de su cuerpo y, sobre todo, de la msica, a la que estas pginas rinden especial homenaje -la autora nos propone, en la lectura de cada una de las cuatro partes de la novela, una pieza concreta para escuchar de fondo-. De nuevo otro ejercicio en el que se tensa la literatura y el lenguaje. En estas memorias ficticias asistimos como testigos a una vida entregada a la danza, y participamos de las experiencias ms ntimas, preciosistas y dolorosas de su protagonista. Con el teln de fondo de la ciudad del Neva, sus palacios, teatros y avenidas, se suceden sus reflexiones sobre la ambicin y la competitividad; la fama y el sacrificio; el abandono del pas de origen por motivos profesionales y culturales; las relaciones personales truncadas por una profesin absorbente; el placer y el deseo; y, sobre todo, ese tema innombrable para las mujeres: la decadencia del cuerpo por el paso del tiempo. El tiempo: "e;cuando nuestra vida pasa sin ms, es una pura nada, y de pronto slo lo sentimos a l"e;.