Elogio del estudio es el tercer libro de una serie que se inicio con el Elogio de la escuela y continuo con el Elogio del profesor. Su intencion es pensar de nuevo una vieja palabra: "e;estudio"e;. Se trata de una palabra pasada de moda y quiza ininteligible para los nuevos discursos pedagogicos, incluso los que se pretenden mas criticos. Sin embargo, para los autores y autoras de este libro, constituye una nocion pedagogica fundamental. El termino "e;estudio"e; no designa la adquisicion de un saber o una habilidad sino, mas bien, un tipo particular de relacion con las cosas, con los demas y consigo mismo. Una relacion atenta, cuidadosa, paciente y sistematica. Designa tambien un tipo de interes o amor por algo, un amor duradero, sostenido y formalizado en una serie de habitos, conocimientos y tecnicas, que permite establecer una intimidad con el mundo, o con una parte de el, que nada tiene que ver con su privatizacion sino, por el contrario, con la posibilidad de abrirlo y sostenerlo como mundo comun. Vivimos tiempos de aceleracin e impaciencia, de privatizacin, de obsolescencia programada, donde las cosas duran poco ms que el magro inters que suscitan en un pblico vido de novedad. El mundo desaparece en un voraz torbellino de urgencias. No parecen tiempos para el estudio. Sin embargo, quiz sea precisamente esta condicin actual la que hace del estudio una nocin intempestivamente contempornea. En los diferentes ensayos que componen este libro se exploran los sentidos de esta vieja palabra, precisamente ahora que los espacios, los tiempos, los rituales y las materialidades que hasta aqu constituyeron su universo especfico parecen estar seriamente amenazados, sino ya definitivamente extintos. Este libro es, por supuesto, un elogio, una alabanza y la expresin del temblor por una prdida, pero tambin la manifestacin del deseo de volver con firmeza sobre los propios pasos, a veces con un gesto de melancola, y del anhelo de que ciertas cosas -el estudio, el estudiar, el estudiante- no desaparezcan definitivamente en los revoltijos de esta poca, en muchos sentidos absurda. Escriben: Fernando Brcena, Jorge Larrosa, Diego Tatin, Maximiliano Valerio Lpez, Caroline Jaques Cubas, Karen Christine Rechia y Jan Masschelein