Vivimos en un mundo que se muere. La civilización occidental cristiana, que durante dos milenios transformó por completo la historia de los hombres, se encuentra hoy en franca decadencia y, salvo milagro, se vislumbra ya su práctica desaparición.
Ante este panorama, Bruno Moreno nos ofrece cuatrocientos epigramas, o frases cortas e incisivas en verso, que se dejan de tonterías y van directamente al grano. Cuando las cosas están muy mal no es tiempo de hablar con rodeos y, si un epigrama irrita y duele, es que está cumpliendo su misión.
Epigramas para un mundo que se muere refleja una visión profundamente cristiana que a la vez lamenta lo perdido, critica sin piedad los males y errores de nuestro tiempo y ofrece una esperanza firme. Gobiernos indignos, filosofías modernas, cristianos acomodados, clérigos desnortados y tantas otras lacras de nuestro tiempo reciben punzantes (y merecidos) dardos, pero sin caer en el pesimismo o la desesperanza ni perder el saludable buen humor.