Horace McCoy (1897-1955) forma parte, como Hammett o Chandler, de esa generación de escritores que, tras combatir en la PrimeraI Guerra Mundial, publican sus primeros relatos durante la Gran Depresión. Verdaderas andanadas contra la línea de flotación del sueño americano, éstos transforman radicalmente la literatura criminal y dan paso a lo que luego se conocería como novela negra. A su regreso del conflicto, McCoy trabaja como cronista deportivo antes de recalar en Hollywood y convertirse en guionista ("Gentleman Jim", Raoul Wash; "Hombres errantes", Nicholas Ray...), experiencias que reflejaría en sus primeras novelas.