HASTA TIEMPOS RELATIVAMENTE RECIENTES, los eruditos han prestado poca atencion a las ensenanzas de la iglesia antigua sobre temas tales como la propiedad, su origen, su proposito y su uso. Cuando por primera vez lei las epistolas de Ignacio de Antioquia, hace ya casi seis decadas, me fascino lo que Ignacio decia acerca del sentido de la comunion y de la unidad de la iglesia. Me fascino tanto que a partir de entonces he pasado buena parte de mi carrera profesional estudiando la historia del pensamiento cristiano. Durante los primeros anos de ese estudio, le preste atencion especial al modo en que se fueron desarrollando las doctrinas de la Trinidad, la cristologia y la escatologia, pero pense poco acerca de cuestiones relacionadas con la propiedad y su uso. Fue solo algn tiempo despus que, llevado por nuevas discusiones que estaban teniendo lugar en la teologa y por lo que estaba sucediendo dentro del de la iglesia misma, comenc a plantearles a los mismos textos preguntas nuevas, prestndoles ahora mayor atencin a los pasajes que se referan especficamente al orden social y econmico. Cada vez me convenzo ms de que tales temas, lejos de ser cuestin incidental en la vida de la iglesia antigua, eran centrales a ella, y que sin entenderlos adecuadamente tenemos una visin truncada de la iglesia antigua.